De otro tiempo....

Historias que convergen y se entrecruzan tejiendo la delicada tela de la cotidianeidad de la vida diaria. Millones de pequeñas partículas humanas subatómicas que subliman sus aspiraciones, congelan sus anhelos y solidifican la esencia de sus raíces imborrables en el asfalto que arropa oscuras cavernas.

Eso es Madrid. Mezcla de tiempos. Mezcla de culturas y de civilizaciones. Materia viva que se transforma con el paso de los siglos, que evoluciona, que se crea y que se destruye infinitas veces con el discurrir de la historia.....

Como muestra esta imagen: el egipcio Templo de Debod, que llegó a la ciudad de Madrid en el año 1968, en forma de donación por parte del gobierno Egipcio, en compensación por la ayuda española para salvar los Templos de Nubia, en peligro de desaparición debido a la construcción de la presa de Asuán.



Testigos mudos son las piedras que lo componen de tantas y tantas transfiguraciones ocurridas en nuestra ciudad, y en tantas otras.....

Y respecto a la foto, solamente destacar que la luz tan especial que véis que ilumina los edificios de la Plaza de España, es fruto de una tormenta que minutos antes había estado descargando un tremendo chaparrón sobre el Templo. El truco consiste en aguantar estoicamente bajo un árbol hasta que la lluvia pase, y ser así recompensado con una luz poco habitual.

Madrid vive!

Y ésta es una muestra de lo que me gusta hacer con la ciudad en la que vivo. Siempre transformarla en un ser vivo tratando de encontrar colores y luces que la conviertan un poco y llenen todos esos rincones grises y apagados que la componen. En ocasiones es necesario jugarse un poco la vida, como ocurrió con esta foto, ya que el tráfico en esta ciudad es un poco mmm....digamos, incivilizado.....

El truco para conseguir este tipo de imágenes es jugar con la velocidad de obturación ( hacer que sea muy muy lenta) para conseguir halos y estelas luminosas. En este caso, como podéis ver, tuve que esperar varios semáforos, cerrar todo lo que pude el diafragma, usar un filtro gris neutro y, sobre todo, rezar para que no me atropellaran.

Espero haber conseguido que hayáis visto esta estampa tan archi-conocida de mi ciudad un poquito diferente a lo habitual.

Cada día, mientras la Tierra gira....

Y es en este tipo de escenarios urbanos donde se desarrolla la mayor parte de nuestra actividad diaria....


A veces es difícil mantener este ritmo alienante, con una vida sumergida entre rascacielos y monóxido de carbono. Y es como una sombra que se desliza por un Universo hueco y sin sentido como a menudo encontramos al Pobre Ser Humano vagando por inmensos infinitos de cemento, grises máquinas atrapadas en grises realidades.

Quisiera prestar al Pobre Ser Humano alienado estos Pobres ojos que aún creen en otro concepto de urbanismo. Y es que en aquellas ocasiones en las que uno es capaz de elevarse sobre estos descomunales monstruos de hormigón y acero, cuando se es consciente de tal antítesis de tantos y tantos sueños.... Y es en esas ocasiones es en las que el sueño de la libertad se hace tangible, y una débil luz alumbra poco a poco en el horizonte al que el Pobre Ser Humano se asoma tímidamente.

Madrid espera tu llegada, querido Viejo Amigo...

Quiero que lo veáis a traves de éstos, mis ojos, que lo han transformado para vosotros..... Espero haber sido capaz de llenar de vida esta serie de escenarios urbanos.....

Siguiente escenario...

Si hay algo sorprendente es la circularidad aparente de los acontecimientos. Circularidad temporal que se ve reflejada en nuestras retinas una y otra vez.

Y de nuevo la fotografía se convierte en nuestra aliada permitiéndonos discriminar la circularidad pura y verdadera que subyace tras las cosas, de la meramente ficticia, creada por nuestro cerebro.


Y una vez más volvemos contínuamente a pisar los mismos escenarios, creyendo ingenuamente que somos los mismos. Los mismos corazones que los habitaron la última vez. Y aunque muy dentro de nosotros algo nos dice que ya no somos ni seremos los mismos, el engaño de nuestros sentidos nos mantiene en una cómoda tranquilidad y calma aparente. Si el mundo no cambia; si el mundo no envejece, yo tampoco he de hacerlo. Seguimos el mismo ritmo, mis escenarios y yo.....

Y qué gran engaño! Nunca somos los mismos. Siempre más viejos y cansados. Cada vez que nuestros pies pisen la misma y ajada tierra algo habrá muerto irremediablemente dentro de nosotros. Como una hoja que tapiza el húmedo suelo y que nunca retornará a nuestro tronco. Cómo podemos cínicamente entonces decir que somos los mismos? No. Ya Nunca lo somos...

Y sin embargo, todo sigue, girando a nuestro alrededor sin que nuestra pequeñez nos permita ser conscientes de nada. No hay vértigo. Sólo engaño....


Pero sin embargo la vida continúa. Supongo que ese es precisamente el misterio. Esa fuerza que empuja a la circularidad sin que aparentemente nada tenga sentido. Eso que hace mantener las ilusiones vivas dentro de nosotros, como un tesoro que conseguimos mantener a salvo de todo lo demás, una y otra vez.

Y supongo que es esa fuerza la que nos empuja a volver. A volver y a hacerlo de una manera circular. Con el empeño de ser mejores; de perfeccionar ese mundo poblado de bellos escenarios que retratar, en este caso.

Y circularmente espero que cada año me esperen mis girasoles en una tierra que ya tanto amo. Donde encuentro paz. Paz y Tierra, con mayúsculas.


Espero que soñéis con estos girasoles. Yo ya lo hago. Pues queda poco para retornar a este lugar...por fin!


Y respecto a los detalles técnicos de la foto ( y haciendo caso a las sugerencias de algunos de vosotros que me habéis pedido que incluya truquitos y detalles de cómo han sido hechas las fotos), pues decir que en realidad es una fotografía nocturna, que prácticamente no se veía nada, y que tuve que esperar unos días hasta encontrar un anochecer sin viento, cosa bastante difícil en la zona. Pero al final, creo que mereció la pena.... La velocidad de exposición, no recuerdo exactamente, pero creo que rondaba los 50 ó 60 segundos. Usé un filtro gris neutro para permitir ralentizar aún más la velocidad de exposición y que las nubes quedaran en movimiento.

Comencemos por los escenarios....

Quiero presentaros en primer lugar los escenarios en los que se ha desarrollado el material que encontraréis en este blog. Lugares corrientes, por los que estamos acostumbrados a pasar cada día. Compañeros visuales de nuestras vidas que en ocasiones nos regalan momentos de excepcional belleza.

Colores inusuales que dibujan perfectos reflejos sobre la superficie del agua. Cálidos atardeceres que transforman esos lugares en pinturas ciertamente salidas de un cuadro surrealista.

Y éste es mi reto. Ésta es la aventura que os propongo. Juguemos a transformar el mundo. Al menos a transformarlo con nuestros ojos. De la retina hacia dentro. Una vana ilusión que al menos nos permitirá soñar y evadirnos cuando las cosas no son fáciles.

Y estos escenarios son los que acompañan mis sueños. La búsqueda y el hallazgo de momentos irrepetibles es lo que da sentido a esta transformación.

Y me atrevo a decir que si hubiérais pasado antes por este lugar no lo habríais reconocido en esta imagen. A ese juego os animo. A tratar de crear vuestro mundo. A soñar y a transformar vuestros propios escenarios.....


Éste que os presento hoy es uno de mis lugares preferidos. Uno de esos decorados en los que uno se evade del mundo. Los que me conocéis ya sabéis que siento una cierta devoción por este lugar. Incluído mi arbolito, aunque hay quien opina que es un árbol feo. Pero es ul lugar muy especial para mí. Podría decir que mis primeras fotos de paisajes, surgieron precisamente aquí. La primera vez que me enfrenté al vacío con un granangular en la mano. Y desde entonces solemos ir bastante allí. Leer, oír música, y contemplar. Sobre todo, contemplar momentos como los de ese día. En los que a uno casi se le caían las lágrimas contemplando ese atardecer en el que parecía que el mundo iba a terminar en cualquier momento. Lo mejor, esos increíbles colores. Y por supuesto, la compañía.

Espero haberos transmitido al menos un pedazito de la paz que respiramos ese día.

Gracias por estar ahí.

Primera de mi otro mundo

Hoy comienza este blog cuyo objeto no es otro que el de intentar transmitir la manera en que entiendo la fotografía, las técnicas que uso, y cuáles son los motivos que prefiero fotografiar, y por qué me gusta hacerlo.





Comenzamos con una imagen de entre mis favoritas, y un texto que acompaña a la serie de fotografías de este apartado de Abstractas.

"Y es tratando de descubrir la esencia de los colores y formas que originan y componen la materia viva que nos rodea, como a menudo soy capaz de sentir que formo parte de este complejo Universo. Y esta extraña comunión con un Universo en constante metamorfosis supone para mí un gran reto que me emociona y conmueve, a la vez que me permite jugar con las pequeñas piezas de vida atomizada que contínuamente revolotean sugerentes ante mis ojos. Jugar con todas ellas al resurgimiento de olvidadas formas y colores; jugar a desdibujar; a transfigurar, a orquestar, a alterar libremente el tiempo y el espacio. Supone la Creación de mi propio Universo. Y la elección de las piezas no es más que un inocente juego de niños. Creador y Creación enfrentados a través del fino cristal del objetivo. Realidad transfigurada. Viaje a través del corazón de la materia y su más pura esencia sensorial. Un Nuevo Universo. Venid de mi mano a descubrirlo...."