domingo, 29 de septiembre de 2013

Tierra

 
 
 
Camino de vuelta que recuerda a tantos otros, y como siempre camino irrepetible distinto a todos los demás....

Quizás sean  el olor a tierra húmeda, a promesa que irremediablemente ha de cumplirse, y las nubes que poco a poco se alejan sin dejar rastro en el recuerdo los que hacen que este viaje sea tan especial. Incluso más único e individual que cualquier otro. Nuevamente, al igual que ha ido ocurriendo en todas aquellas ocasiones que idénticamente se suceden, algo ha cambiado, irreversible, oscuro, imparable, quedo,  misterioso. Una vez más. Un extraño motor interno que obra esa pequeña e imperceptible transformación que se desborda bajo la tierra que acaricia la promesa del cercano otoño. Una promesa que se siente en el aire, lo prometen las hojas aún verdes, lo promete su mudo crujido bajo los pies. Y es que, definitivamente, nada es igual dentro de ella tras este regreso. Incapaz de encontrar ahora obstáculo que la detenga o le haga dudar de que ése es el camino, su camino, el correcto, el que le marca aquella antigua promesa que sólo ella conoce. Viejos tramos del mismo, carcomida ya la madera con que se construyeron, se desintegran a cada nuevo paso. Sensación de cerrar capítulo, de pasar por fin esa dolorosa pagina hacia adelante. Capaz ahora de mirar con desprecio a todo aquello que trató una vez de detenerla, y que incluso en ocasiones sigue tratando de reducirla a lo más insignificante. Pero no esta vez, ni tampoco nunca mas en el futuro. Este es su momento, el que comienza. Un tiempo que comienza por y para seguir defendiendo la justicia, esa en la que cree con todas sus fuerzas y por encima de todo. Sí, definitivamente comienza su tiempo. Lástima, pero el vuestro, el de los mediocres que creísteis que su ilusión vital podría alimentar vuestras podridas y vacías entrañas está ya muy lejos. Y sois vosotros mismos lo que ahora estáis a kilómetros de profundidad bajo esta tierra que promete pudrir el otoño para poder albergar la nueva vida que aguarda impaciente por abrirse camino entre la hojarasca marchita y descompuesta. Ahora vuestras cenizas serán su alimento. Justicia. Tierra que vuelve a la vida. Eternamente. Desde siempre y para siempre. Podéis revolveros en vuestra tumba tanto cuanto queráis. Habéis dejado de existir para siempre. No sois mas que un lánguido otoño que únicamente existe para poder alimentar a la impaciente primavera. Y sabéis que es lo mejor, lo mas dulce y reconfortante?....Que nada podéis hacer para evitarlo. Ella ya ha comenzado a pisar vuestros huesos deshechos que se desintegran solo con el roce de su mirada, esa que tanto os asusta y que aún cree en la justicia que masacrasteis cuando todo dependía de vosotros. Vosotros. Los poderosos. Los que ya os encontráis bajo esa tierra fecundada que se asegurará de cubriros con un manto de vuestra propia justicia. Eternamente. Buen viaje, pues ya nunca más volveremos a vernos......